
Observamos poco.
He notado últimamente que solemos observar como si de una pintura impresionista se tratase lo que nos rodea,
A brocha gorda –
A trazos rápidos –
Mirando de lejos (no sea cosa que, al acercarnos, nos involucremos…)
Tengo una adoración automática por las personas que se detienen en los detalles.
(los positivos, no los negativos; la gente que se hace fuerte en lo negativo me aburre en demasía)
Porque entre tanta profilaxis emocional, tanto miedo y tanta duda dando vuelta, el solo hecho de observar con interés real de ver al otro es casi un hecho revolucionario.
¿De qué color son mis ojos?
¿Y los tuyos?
Ojalá siempre tenga el coraje para saberlo.
Foto publicada en redes sociales el 9 de enero de 2020; el texto, el 28 de febrero de 2020.