–Camino de Santiago portugués–
De Redondela a Pontevedra. Ya el camino empieza a llenarse de gente; yo sigo a mi bola, cruzando bosques y parando en los bares del camino, a por un café o una clara. Mi momento favorito de la mañana es cuando, después de haber caminado por hora y media o dos horas, me tomo mi primer café. Sabe a gloria. Subo los pies en una silla que pongo frente mío para darles un descanso, me saco la sudadera que estuve llevando porque ya no la necesito y me siento a ver mi entorno. Una media hora más tarde, normalmente en torno a las 9, retomo el camino, ahora con energías renovadas y con ganas de ir a por más. Eso. A por más. Con o sin camino en frente.
Publicado en redes sociales el 11 de julio de 2019.