–Camino de Santiago portugués–
De Porto al Mosteiro de Vairão. Saliendo de Porto no pude evitar sacar esta foto. Consertos de calçado. Inevitablemente, y sin pensarlo, me vino a la cabeza una orquesta de calzados, dirigida por un calzador de zapatos. Voy a ahorrarme los detalles en este post, pero pensé incluso qué tipo de calzado estaría en cada sección de la orquesta. Sin adentrarme en la locura (la mía) mental, solo diré que los stilettos o zapatos de tacones estaban a cargo de la sección de cuerdas. Por suerte el camino siguió, y de a poco fue abandonando la ciudad para adentrarse en zonas más campestres, menos pobladas y, para qué mentir, más agradables al paseo. Eso sí: llevar la mochila en la espalda por seis horas es una mezcla entre hazaña y martirio. Dicen que mejora, que los primeros días son duros. Da igual. Siempre habrá bares en los que parar o paisajes que te obligan a dejar la mochila en el suelo, respirar, volver a traer movilidad a los hombros y darte cuenta que, al final, el camino se hace al andar. A todo esto: el tal conserto, es la tienda de un zapatero, pa’ reparar calzados.
Publicado en redes sociales el 5 de julio de 2019.