Fisterra

Hoy, a las 00:30 de la mañana me despertó un picor en la rodilla derecha. Habiendo aprendido de lecciones pasadas —viví 8 años en NYC, también conocida coma la ciudad de los bedbugs o chinches— salté de la cama, prendí la luz, saqué las sabanas y en mi estado semi dormido busqué entre los pliegues del colchón aquel insecto que se había aprovechado de mí en ese momento de entrega total. No tardé en encontrarlo: gordito/a y enrojecido/a por la comilona que se había pegado, caminaba lentamente por el borde izquierdo del colchón. Su destino estaba marcado, y con la uña del pulgar derecho, di fin a la vida de ese/a pequeño/a chupasangre. Pulga, chinche…era demasiado/a chiquito/a para saberlo a ciencia cierta, y en ese momento poco me importaba a qué especie pertenecía. Siendo un hotel barato en el que me hospedaba, la recepción estaba cerrada y no tenía con quién compartir mi suceso ni pedir otra habitación. Así que terminé, ahora sí, semi durmiendo en un sofá de un salón que había en el hotel, tapada por la toalla húmeda que había usado para ducharme después de ese incidente. Temprano a la mañana, bajé a recepción para contar lo ocurrido. Las disculpas no se hicieron esperar, el desayuno gratis, el lavado de ropa sin cargo y, hay que decirlo, el descreimiento ante la posibilidad de que la cama tuviera tal visitante indeseado. Yo me mantuve firme —no lo había soñado— y mostré como prueba fehaciente la mancha de sangre en la sábana del colchón. El empleado del hotel, quizás para animarme pero sobretodo para hacerme pasar el tiempo mientras lavaban mi ropa, me invitó a que diera un paseo por la playa de mar de fora, que quedaba a minutos a pie del hotel. Acepté la sugerencia, era temprano, había mal dormido y no sabía que hacer con mi ser. Pues ese paseo fue de los más bellos que he hecho en estos días de caminata, de descubrimiento y reflexión. Lo que me llevó a confirmar algo: de todo lo malo siempre está la posibilidad latente de encontrar algo bueno. Ahora en Muros, “ciudad en la q nací” pero que no me vio nacer pienso: Nunca hay que dejarse arrastrar por el desánimo ni el pesimismo, porque entre las sábanas sucias de un hotel barato puede estar la mejor caminata de tu vida.

Publicado en redes sociales el 20 de julio de 2019.

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