Había pasado un año desde aquel día en el que Rosa despertó a su pesadilla. Curiosamente, en vez de dejarse envolver por la ignorancia espacio-temporal, o incluso seducir por la posibilidad de que acabasen con su vida, decidió seguir adelante, impulsada al principio por una necesidad básica de respirar; seguida por un respeto de antañoSigue leyendo «Rosa en cautiverio II»
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Pintada de negro
Saba se escondía detrás de la cama de una habitación de paredes amarillas. No se dejaba ver. Mientras la cuidadora me contaba lo poco que sabía de ella –que tenía aproximadamente 6 meses y un hermano ciego— yo la buscaba impaciente con mis ojos. Era una bolita de pelo negro que corría al ras delSigue leyendo «Pintada de negro»
3 hermanas
CRISTA ¿Dónde dejaste aparcado el coche? Tenemos que irnos ya mismo, no hay tiempo que perder. CLOE No lo recuerdo. ANGIE ¡Mierda! Cloe, ¿cómo has podido olvidarte? Era lo único que tenías que hacer: responsabilizarte del puto coche, y ahora estamos jodidas. De esta no salimos… CRISTA Cálmate, Angie, que desesperando no lograremos nada. ASigue leyendo «3 hermanas»
Las delicias de Carmencita
“¡Alicia!” Gritaba mi madre a viva voz. ¿Dónde estás? No me estaba escondiendo de ella, pero no quería volver al curro. Tenía las manos rojas de tanto fregar la vajilla de la noche anterior y las uñas –que me las había arreglado dos días atrás— ya estaban hechas un lío. Odio mi vida. “¡Alicia!” SalíSigue leyendo «Las delicias de Carmencita»
Juego a la botellita*
Un mar bravo, por momentos de color tan oscuro como el azabache: así recuerdo el Atlántico de Miramar. Al sur de la provincia de Buenos Aires, en esa zona en la que el viento sopla con fuerza y las playas tienen kilómetros y kilómetros de arena acaracolada que, por momentos, lastima al caminar. La Ciudad deSigue leyendo «Juego a la botellita*»
Old Delhi
Elisa está en la estación de la Vieja Delhi. Es el final del monzón y la humedad es asfixiante. Ha llegado temprano. Su tren a Jaisalmer sale en dos horas, pero el conserje del hotelito que la hospedó en Delhi le aconsejó ir con tiempo. Elisa se arrepintió al principio —no es de las queSigue leyendo «Old Delhi»
a la vuelta de mi propia esquina
Una vez fui caracol. Me paseaba lentamente por los costados de los caminos; el tiempo no importaba: no era una dimensión que entendiera. Lo que importaba era la lluvia, el sol y los animales. Y los niños. Por alguna razón, a los niños les fascinan los caracoles. No era capaz de entender por qué. PodíaSigue leyendo «a la vuelta de mi propia esquina»
Moby Dick
There are some enterprises in which a careful disorderliness is the true method. The more I dive into this matter of whaling, and push my researchers up to the very spring-head of it, so much the more am I impressed with its great honorableness and antiquity; and especially when I find so many great demi-godsSigue leyendo «Moby Dick»
–ALICIA–
Morena, alta Pelo largo y liso Piel blanca Profundos ojos negros: Nostálgicos Sonrisa tímida Dientes un poco torcidos Demasiado delgada Voz aguda, un poco aniñada Soñadora compulsiva, pero fiel habitante de una realidad que se desarrolla entre las tonalidades de los grises Ávida lectora de todo lo que se cruce delante de sus ojos, movidaSigue leyendo «–ALICIA–»
des-agradar
Un deseo de la aniquilación de un objeto que es incurable por el tiempo –Aristóteles Conciencia de algo que está mal, combinada con el deseo de retirarse de él –Descartes Un sentimiento irreductible que no es definible en absoluto –Hume Un estado del yo que desea destruir la fuente de su infelicidad. Un mecanismo inconscienteSigue leyendo «des-agradar»